Atender a nuestra respiración nos va a permitir explorar que la vida es un dar continuo, un dar infinitamente generoso.
Lo único que quiere la vida es que la respiremos, que la tomemos.
La mayor parte del tiempo lo hacemos sin darnos cuenta. Respirar con conciencia no es otra cosa que hacerlo sabiendo que lo que respiramos es la vida misma, y que nosotros somos su instrumento, a través del cual, ella toma conciencia de sí misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario